Todo empieza rodar , los experimentos vuelven a nuestra clase.
Hoy teníamos un gran reto que a priori parecía fácil APAGAR UNA PEQUEÑA VELA.
Sobre todo porque no esperaban que yo les pidiera ponerse la mascarilla.
Por muchas ganas que le echaron no pudieron apagarla, al menos los que no hicieron trampa bajándose un poquillo la mascarilla.
Incluso intentaron apagarla con el aire de la nariz, asomando solo esta por encima de la mascarilla....
El equipo de Pepa, Cayetana y Kilian no podían apagarla por mucho que lo intentaban.
¡Vamos a fabricar un abanico con nuestras manos! dijo Pepa, vamos a mover los brazos sin intentar quemarnos.
Salvador nos propuso apagarla con el viento del patio, lo intentamos colocando la vela en una de nuestras ventanas que siempre tenemos abierta tras las cortinas, pero nada. Hubo que sacarla al patio de primaria y en la esquina del porche donde corre mucho aire fue donde se apagó.
Tras varios intentos unos fallidos y otros no les propuse apagar una vela con un libro puesto por medio....imposible de nuevo apagarla.
Finalizamos nuestra sesión de hoy intentando apagar una vela con el aire que hay dentro de un globo, hubo algún que otro incidente...velas que se apagaban misteriosamente aunque decían que no había soplado ellos, globos que soltaban antes de tiempo y salían volando, globos que se explotaban al quemarlos con la llamita...¡cómo para grabar una sola vez!
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