¿Serías capaz de poner esta moneda calentita sin
usar el fuego?
Esta es la experiencia a la que nos hemos enfrentado hoy en clase....
antes de nada les propuse averiguar cómo podían hacerse ellos mismo calor.
Podemos hacer calor con nuestras manos frotándola como muchas veces hacemos estos días en el patio o bien frotando nuestros dedos de manera muy divertida en las orejas de nuestros compañeros.
Materiales: Dos monedas y un folio o simplemente nuestra mesa.
Cogemos dos monedas, una la dejamos en nuestra mano abierta y la otra sobre el folio o nuestra propia mesa. La que situamos en la mesa la movemos rápidamente de un lado a otro, durante unos 30 segundos.
¿Cuál de las dos está más caliente?
La moneda que frotamos contra el folio o la mesa está mucho más caliente. La razón es que el movimiento de la moneda sobre la superficie ha creado fricción. La energía producida al mover la moneda se ha convertido en calor durante la fricción. Lo mismo pasa si te frotas las manos rápidamente.
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